Carta
de la Rectora

Una mirada hacia mis recuerdos para desempolvar imágenes de una niña que jugaba a ser profesora…
Entre recuerdos evocados, salen a flote la fortaleza para perseguir mis sueños y la convicción de que una educación en el amor es posible. De ello, nació y se ha desarrollado un proyecto educativo diferente, desde febrero del 2004.

Fue un proceso difícil desde un inicio, por aquella época en el país no se hablaba de inclusión, por eso ofrecer un colegio inclusivo era una novedad para los padres de familia; en mayo del 2004 inicié las matrículas para el año escolar 2004 2005, inicié con quince estudiantes. Más tarde, cuando pregunté a los padres de familia originales, ¿por qué me habían confiado sus hijos? respondieron: porque creímos en lo que decías!

Mi experiencia en la educación se relaciona a la cátedra de Lengua y Literatura; me inicié en el Colegio 24 de mayo en donde reemplacé a una insigne maestra de Literatura, de allí tuve la suerte de trabajar en colegios privados con mucho prestigio, en cada una de las instituciones aprendí mucho. De la pasión que siento por la educación y de la experiencia adquirida en los años de trabajo nació el Proyecto Cervantes, un colegio inclusivo en el que cada persona es un universo.

La sensación que tengo es de que toda la vida he trabajado en Cervantes, este espacio se ha convertido en el lugar en donde menores y mayores sentimos paz, constituimos una comunidad sólida para el aprendizaje efectivo. El anhelo inicial de contar con un equipo sólido y comprometido, se ha cumplido; inicié sola y hoy cuento con una extensa colectividad en la que todos nos apoyamos solidariamente en beneficio de nuestros niños y jóvenes.

Los problemas siempre estarán, pero no tienen ninguna relevancia frente a la inmensa satisfacción de ver al proyecto educativo Cervantes caminar con sus propios pies. Hemos graduado nueve promociones, nuestros graduados están bien posicionados en las diferentes universidades, incluso en el extranjero; los mayores ya han acabado sus carreras, todos con éxito. Cada nuevo año lectivo es para nosotros un nuevo reto por mantener nuestros principios y valores, y lo hacemos con la misma pasión, mística y entrega que al inicio. Nuestro modelo educativo es válido, diferente, basado en la constante búsqueda de evolucionar para ser mejores personas.

En este punto de nuestra trayectoria, nos identificamos con el lema: No hay Lugar como Cervantes… cada mañana que recibo a los estudiantes en la puerta de su colegio, con cada sonrisa que nos regalan, con los miles de abrazos que nos hemos dado, con saludos tan cálidos que, estoy segura de que juntos, hemos logrado construir un ambiente armónico, seguro, artístico, académico. No hay Lugar como Cervantes pienso cada mañana, cuando la felicidad de un día más junto a mis niños, me invade.

Nuestros estudiantes han desarrollado una cultura de respeto, resuelven sus conflictos mediante el diálogo franco y sincero, saben que ellos son los promotores de las soluciones a sus problemas, y saben a quién deben referirse, frontal y acertadamente. En un medio así no existe bullying, los más grandes protegen a los más pequeños y los más pequeños crecen sin temor, en un ambiente de armonía y paz.

Permanecen los docentes que realmente están comprometidos con un proyecto educativo que pide de ellos todo, porque quien no lo da todo no es capaz de formar seres humanos íntegros y de tallar almas con amor a la vida. Para quienes formamos parte de la comunidad educativa Cervantes no existe un solo estudiante que nos sea indiferente, pensamos en cada uno, trabajamos por y para cada uno de ellos. Creemos que cada estudiante es una obra de arte con cromática y belleza original propia.

En nuestra comunidad, nos relacionamos con absoluta espontaneidad, pues es un principio que educandos y educadores nos merecemos el mismo respeto; compartimos ocho horas diarias y aun así muchos de nuestros niños no quieren irse a la hora de salida. Bien dice mi nieta Cayetana: que ella se quedaría todo el día en Quijotitos.

En el Kindergarten Quijotitos, nuestros pequeñitos se desarrollan rodeados de atención y amor; contamos con una profesora en español y otra en inglés durante toda la jornada, de tal forma que los pequeños escuchan los dos idiomas simultáneamente y aprenden el inglés en forma natural; además cuentan con una auxiliar y con los profes de deportes, música, teatro y computación. En Quijotitos, crecen libres, seguros de sí mismos y sobre todo con mucho, mucho amor.

Cervantes pretende forjar una nueva cultura: más amigable, respetuosa, comprometida con los demás y con el medio ambiente. En el Cole buscamos que el futuro de nuestros niños esté colmado de buenos momentos, para que sean adultos que saboreen la verdadera felicidad.

Reitero que todos y cada uno de nuestros niños y jóvenes son únicos, maravillosos e irrepetibles; ellos no necesitan demostrarle a nadie cuánto valen, puesto que ellos saben lo que valen y con eso les basta. Con este preámbulo, quiero darles la más cordial bienvenida a nuestra comunidad.

Dra. Beatriz Larrea – Fundadora / Rectora